jueves, 22 de noviembre de 2012

PASEOS
Camina despacio acompañado por el suave sonido de las hojas al caer. Y contempla lo efímero de su paso, que como las hojas, es borrada por la maquina del tiempo que traza caminos limpios para otro tiempo. !Que duros son los inviernos en est
a nuestra tierra! Sueña el sur de sugerentes azules y soles tibios donde parece se vive dos vidas. Apenas comienza la tarde y ya tiene que encender la lampara para seguir en sus mundos de letra impresa, evasión de un espíritu que afila el alma que se le escapa todos los días por entre los robles que acompañan sus paseos...













Soria Dura.





Le gusta Soria.  Tierra fría y caliente de alma. De tejados rojos y laderas royas. De sol ceniciento que albea los verdes de sus muchos bosques. Pobres, dicen, pero no de espíritu. Donde Dº Manuel Machado encontró su yo igual en la Leonor de sus musa. Y pasea por las estrechas calles de la Agreda judía y mora. Buscando las puertas que le asomen a los miradores de su fértil tierra hecha vaguada. Para desde la distancia  contemplar la laboriosa obra de los hombres que calladamente cubren sus potentes cardos hasta hacer de ellos fortalezas de sudor y tierra. Cardos rojos de tierra y sangre, de sudor y esfuerzo. !Cuanto trabajo cuesta el placer del cuerpo!


Y sigue caminando en busca de la belleza hecha románico, que en Castilla, te asalta en cada paso. Porque Castilla esta hecha para caminarla.