sábado, 23 de febrero de 2013


Palabra de ley

Creo que la mejor muestra de la reforma educativa del ministro Wert ya está dando sus frutos y lleva camino de auspiciar la entrada de alguno de estos personajes en la Real Academia de la Lengua. Lo digo por la capacidad de innovación o invento de palabras así como de las diferentes versiones que de una acepción se pueden hacer de ella. Algo que a los demás mortales nos es casi imposible o impensable.  Como ejemplo más contundente es la archiconocida, de un tiempo a esta parte, palabra, “externalizar”. Palabra que no existe como tal, pero que la Real Academia podía recoger en su diccionario como eufemismo para no querer decir “privatizar”. 
Por otra parte, hay quienes opinan que una de las lenguas más ricas es el español para definir una cosa o persona, pero no habían contemplado otras facetas tan sutiles como la prostitución de las mismas o  el invento de otras para no llamar a las cosas por su nombre. Siendo muchos los ejemplos a poner, como lo pueden ser  el rescate a los bancos llamándolo; recapitalización de la banca, cuando lo normal hubiese sido la nacionalización de la banca. Pues no ha sido tal,  y su nueva definición debería ser;  dar dinero público a unas manos privadas para que vuelvan a tener todo lo que ellos mismos robaron. Ante esto, creo que algunos deberíamos empezar a plantearnos muchas palabras y verbos así con adjetivos varios. Al pobre se le definiría algo así como; persona de poca liquidez. Compañero de partido; persona que te acompañara en tu viaje mientras le seas útil. Concertación; dar dinero a una entidad libre y privada que no gana lo que quiere y a la que hay que ayudar con dinero público para que pueda seguir proclamando la libertad que no pueden disfrutar más que ellos. O lo que es lo mismo; quitar dinero de lo público para dárselo a las escuelas, hospitales, etc, privadas o de elite.  De otra parte, habría que completar algunas acepciones como; prima de riesgo o  tía de riesgo, si la hay. Estar haciendo lo que se puede por; hago lo que me es mejor para mí y mi grupo. Copago por; pagar una cosa dos veces. 
Como podemos ver, con pequeñas modificaciones tendríamos un léxico más acorde con los tiempos políticos y los entenderíamos todos un poco mejor. Y creo que una de las partes de la reforma del ministro de educación va  por ahí. Otro día podemos hablar de la palabra inmatriculación y su actualización por; quedarse con lo que es de todos para beneficio de una secta o casta religiosa.       

miércoles, 6 de febrero de 2013



Optimista frustrado

Dicen que a Hemingway lo que más le atemorizaba era un pliego en blanco. En estos momentos yo siento lo mismo ante la posibilidad de escribir esta columna. Me es casi imposible expresar algo en términos optimistas de lo que sucede ante nuestros ojos. Y no sé hasta que punto tiene uno derecho a hurgar en la herida de la lacerante actualidad. Malos tiempos para escribir de las maripositas del campo o de los pequeños detalles de la vida. El cuerpo me pide escribir sobre los comedores del auxilio social que yo conocí y que llevamos camino de tener que reeditar, sustituyendo, caridad por justicia. De poner en solfa a quienes prostituyen las palabras como se hacía en las canciones y zarzuelas para colar frases y términos a la censura. Ahora, son los políticos los que manejan el diccionario para con eufemismos llamarnos tontos sin que lo notemos. No tenemos rescate, sino un crédito blando. Fulanito no roba, cambia de lugar el dinero para un mejor control. La amnistía a los ladrones y estafadores es una floración de capital. Algunos hasta cobran por imperativo legal, lo mismo que uno puede acatar por imperativo legar una norma que no le gusta. Eso sí, si dicho imperativo comporta un lucro, ya que paso por eso, me lo endoso a la cuenta. Ha llegado el tiempo en que nada es para siempre, ni siquiera aquí en Navarra, tan tradicionales todos. Comenzando por lo más sagrado que parecíamos tener en el aspecto económico como era la Caja de Ahorros de Navarra, algo que iba implícito casi, casi, desde nuestra cuna, cuando al nacer nos mandaban a casa la cartilla abierta a nombre del recién nacido, incluida una pequeña cantidad de dinero. Hoy, con una libertad tan bien llevada por los del Navarra no se vende, si ellos no obtienen beneficio claro esta, damos por hecho que la democracia nos resolverá los problemas, como si las conquistas fuesen para siempre, y de eso nada, como ya he mencionado con anterioridad. Porque en esta vida no se puede dejar el poder político en manos de charlatanes y filibusteros. Así que me siento como un optimista frustrado, y lo siento.