Política de Trúhanes
Decía un antiguo concejal que sería bueno que quienes
ocupasen los puestos políticos tuviesen formación académica. Era enganchado a
lo que se ha dado en llamar la titulitis. Y lo decía él, que era un analfabeto
académico, así que algo sabría del tema
de, según su criterio, no hacer nada, ni enterarse de nada.
Yo discrepo de esta teoría,
pues para ser un político de orden, como
les gusta autodefinirse a ellos, lo que
está más que demostrado es que hay, entre otras cosas, ser un jetas y en muchos
casos un truhan. En los tiempos que corren nos estamos encontrando en los
juzgados casos de corrupción en los que los interfectos de muchas de esas
corrupciones son políticos que se acogen al; “yo no sabía nada, firmaba porque
me lo decían, etc”. Es normal que se usen cuantas argucias se pueda para evitar
la cárcel y las responsabilidades políticas y sociales. En esta nuestra ciudad
de Estella-Lizarra, ya se han dado casos que, sin llegar a ser considerados,
hasta el momento como corrupción, se le parecen bastante. Estos días nos
encontramos con que la anterior corporación había firmado una cláusula en un
contrato que no venía a cuento y que sólo beneficiaba a los constructores sobre
unos terrenos. Una firma que en los años del todo vale no parecía tener
trascendencia. Éramos todos ricos y como dijo aquél; “Viva el vino”. Pero la
realidad es tozuda y el tiempo pone a cada uno en su sitio y ahora nos
encontramos con que por dicha cláusula el municipio debe de pagar 1´7 millones
de una deuda que nunca debió de ser. Esto para un Ayuntamiento pequeño como el
nuestro es hipotecar un montón de iniciativas y de cosas que se podían hacer. Y
lo que más disgusta es que aquella o aquellos que dieron el visto bueno a esta
decisión siguen en política y serán con seguridad los y las que seguirán con
sus críticas a todos y por todo sin asumir un ápice de responsabilidad y
carentes de la mínima honestidad y vergüenza. ¿Para cuándo una ley que les haga
asumir el costo en muchos casos exagerado de sus decisiones? No señores y señoras, la política no es cosa
de titulados, es cosas de gente honrada con ganas de hacer cosas por su pueblo.
Ya sea a nivel municipal, regional, o nacional. Creo que ya hay suficientes y
buenos funcionarios que pueden asesorar en las decisiones comprometidas y si se
equivocan en gordo, también hay mecanismos para hacérselo pagar. Ya sé que esto
que escribo caerá en saco roto, pues hemos demostrado suficientes veces que no
nos importan los chanchullos y otras tropelías si las hacen los nuestros, y les
volvemos a votar. Así que, yo también me sumo a todos aquellos que dicen que; Tan
responsable es quien lo hace, como quien después de saber las cosas les vuelve
a votar.