La muerte ni da ni quita respeto.
No suelo hacer comentarios de política muy a menudo, pero
hoy creo que la situación creada por la repentina muerte de la señora Barbera
lo merece.
Primero decir que, el hecho ha creado más revuelo del deseado, no
por luctuoso, sino porque en estos días estaba siendo juzgada por sus
corruptelas. No creo que sea la primera vez que un congresista muera en el
trascurso de su actividad y nunca nos han mostrado el minuto de silencio, si lo
ha habido, en el congreso. En esto también debe de haber muertos de primera y
de segunda, o como digo anteriormente, ¿lo es por sus casos de corrupción por
lo que crea más expectación? Yo no voy a negar el dolor que pueda suponer para
aquellos que la querían, pero tampoco hubiese participado de esa hipócrita
puesta en escena habida en el congreso. Creo que en este caso Podemos ha
actuado como debía. No se han negado a ponerse en pie ante una figura que no
merece respeto político alguno, simplemente han sido coherentes y se han
ausentado. Creo que ellos habrán valorado la que se les venía encima. Todos
sabemos que a falta de otras cosas la caverna mediática de este país, se iba a
lanzar con hachas y puñales para intentar descalificar a Podemos. Nadie duda
que toda muerte es una desgracia, pero de ahí a querer hacer de ello un tema
político de primer orden va un abismo y menos si es de una persona que con sus
decisiones ha hecho mucho mal político a este país. El respeto no se da porque
uno se muera o no, el respeto se lo gana uno día a día y hay personas que ni
muertas merecen respeto. A no tardar, ya veremos el respeto que tienen sus
propios conmilitones en los casos abiertos y podremos ver si el respeto que
dicen tenerle no lo usan para cargar contra ella todos los casos de corrupción.
Ya se sabe, al muerto tierra y todas las miserias de corrupción que han
acompañado su carrera política, que no se puede defender. En definitiva, mucho
hipócrita y mucho postureo para intentar lavar una figura sumida en la
corrupción que ha asolado este país. Veréis como no faltaran personas que hasta
hace unos días se alejaban de ella cuando la veían, porque no querían verse
salpicados por su amistad, salen a intentar hacer de ella un modelo, una santa,
una gran persona. Como dice el dicho; lobo no come lobo. Pero que quede claro que, nadie es bueno o
merece respeto por su muerte.