lunes, 6 de marzo de 2017

Los porqués

Se suele decir que los niños están llenos de porqués. Yo personalmente creo que pasamos la vida desde la más tierna edad hasta la muerte con esos porqués que vamos respondiéndonos a nosotros mismos, en ocasiones con ayuda, y otras, con la experiencia que nos da la propia vida. Hoy me he levantado con algunos porqués que yo ya me he  respondido, pero que me gustaría que cada uno de nosotros lo hiciésemos.

Leo en la prensa que las eléctricas han ganado un porrón de millones de euros mientras en el país hay muchísimas familias que no pueden encender la luz, no digamos la calefacción, que eso son palabras mayores.  Es difícil de asimilar que en un país en el que te dicen que como no ha llovido la electricidad es más cara y no se diga nada de que somos el hazmerreír de Europa con un impuesto al sol es de tomarnos por tontos. Mientras, en Alemania se enorgullecen de su apuesta por las renovables que en poco tiempo será su mayor fuente de energía.  Aquí no, porqué como si no, iban a vivir tan bien los políticos de las puertas giratorias. Es mejor ponerles impuestos y toda clase de trabas posibles.
Pero hay más porqués que deberíamos plantearnos, como por ejemplo, cómo está la justicia y si hay verdaderamente separación de poderes. Creo que no, pero eso no es nada nuevo. Pues quienes crean las leyes son los primeros en incumplirlas o saltárselas con cualquier artimaña preparada exprofeso para ello. Y si esto no es posible siempre queda el fiscal o juez amigo.
Otra pregunta que se plantea estos días tiene que ver con el trabajo. Cómo puede ser que el paro baje, que dicen los interesados, y aumenten los pobres. Se podría decir que somos el país donde los ricos son cada día más ricos y los pobres más pobres, en cantidad y baja calidad. 
No deja de ser curioso que una persona que gana 180 euros al mes y gasta 60 en el traslado a ese trabajo ya no cuente como parado. Pero no pasa nada, el paro baja y así pueden explayarse en titulares y grandilocuentes palabras de lo bien que vamos. Tanto, que cualquier día nos despeñamos todos.
En definitiva, que si nos hacemos preguntas no seremos más felices, pero al menos no te sentirás engañado. Pues no hay más necio que aquel que hace lo mismo y espera resultado diferente. Pero para que esto cambie hay que empezar por tomar conciencia de los porqués planteados y buscar la solución. Teniendo en cuenta que, a quienes les va bien de esta forma no moverá un dedo por cambiar nada y pondrán todas las pegas posibles para que no tengas las herramientas para un análisis correcto de la situación.  Pues no sólo hay que leer, ver y oír, sino también, analizar lo que se lee, se oye o se ve.
Señalaba una noticia en los periódicos que había entre la población un alto grado de deficiencia en compresión lectora y de análisis, ¿Será eso lo que nos afecta?