Clases pasivas
Así se llamaba en tiempos a
aquellos oficios en los que la productividad era poco considerada, Incluso,
tenida por cuasi innecesaria. A esta pertenecían el ejército, los funcionarios
varios, que en cierto nivel eran tenidos como burócratas, políticos y otras
más. Decía un conocido mío, militar
para más señas, que ellos no producían nada que se pudiera considerar de
provecho. Pero los tiempos cambian y ahora tenemos la mitad de los militares
que hace unos años aunque nos gastamos mucho más al ser los tuercebotas de la
OTAN, pero que le vamos hacer, de entrada Otan, no. En lo que hemos subido a la
estratosfera es en políticos, ahí sí que estamos bien surtidos. Más nos vale
que entre ellos no hay corruptos ni vividores, que si no, lo teníamos claro.
Porque se imagina que en vez de mirar por todos nosotros se dedicasen a
llenarse los bolsillos o a mirar por sus intereses haciendo de la política su
acomodaticia profesión. No habría pueblo que lo aguantase. El problema que se
nos crearía sería de una magnitud mayúscula. Como mayúsculo es el número de
diputados, senadores, consejeros, consejerillos, alcaldes, diputados en
autonomias, y diputaciones, concejales, etc. Como digo, más vale que eso no nos
ocurre a nosotros y ya que el país produce el doble que hace unos escasos años
podemos con lo hay y estamos preparados para lo que pueda venir. Además, no hay
más que ver el ímpetu que ponen algunos y algunas alcaldesas en proteger sus
pueblos mirando por sus vecinos y por el futuro de sus ciudades. O como ponen
el grito en el cielo y apelan a las más altas instancias cuando ven que el
hospital de su pueblo se puede convertir en un ambulatorio. O cuando ven que
algunas de las fábricas de sus pueblos andan en apuros o en temas de
deslocalización. No me digan que no está bien pagado el dinero para tan magnífica
labor. Es por ello que nada nos ha de quebrantar el sueño en este aspecto,
porque los políticos pueden ser clase pasiva, pero gracias a ellos o a algunos
de ellos podemos vivir en paz, y digo a algunos de ellos, porque ninguna
profesión está libre de excepciones. Lo que no tengo claro es si el pueblo en
su conjunto no seremos todos de la clase pasiva, pasota o de la clase
claudicante. Porque los políticos sí que ejercen la suya, lo que no sé es si es
la nuestra, pero esa ya es otra irónica historia.
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