miércoles, 12 de marzo de 2014

Hablando con uno mismo.
1º A un tonto le señalaban la luna y miraba el dedo. Eso o algo parecido nos ocurre a nosotros  aquí en Navarra. La señora Barcina es tan cínica y maquiavélica, que ha conseguido que se hable más de la bajeza de responsabilidad y ética del P.S.N.-P.S.O.E. que de lo que realmente nos ha llevado a esta situación. Todos parece que hemos olvidado que al margen de otras consideraciones, lo que ha habido es un intento de manipulación de las decisiones de la hacienda pública, o de la cantidad de millones ( del dinero de todos),  que nos ha costado el retraso en la devolución del I.V.A.  No hay más que ser el tonto útil para que puedas ser usado como comodín para todo. Es por eso, que no sé porque nos revelamos cuando los socialistas toman ciertas decisiones más acordes con un partido de derecha que  de izquierda. Dice un amigo mío, que hablar con uno de derechas es siempre más coherente que hablar con un socialista. Porque el de derechas no oculta nada, él siempre sabes que va a lo suyo y al mantenimiento de sus privilegios. Mientras que el socialista es una persona que quiere vivir como las derechas con los votos de las izquierdas, o lo que es lo mismo, engañando a las gentes de buena voluntad. No seré yo quien le enmiende la plana, pues ejemplos nos han dado varios aquí en nuestra tierra. Unas personas que son capaces con sus decisiones de traicionar a sus propios muertos. De decir una cosa y hacer la contraria,  no creo estén capacitados para dar lecciones de moral y comportamiento a nadie. En esta ocasión dicen que no podían hacer una moción de censura porque había que contar con los votos de Bildu. ¿Pero acaso no lo sabían antes de comenzar esta farsa, no saben sumar dos y dos? Por otra parte, ¿no es Bildu un partido a todos los efectos legal? Porque si no es así, por qué no lo llevan a los tribunales. Demasiados prejuicios para unos y tan pocos para otros, que no encierran más que un complejo de inferioridad política moral y ética. Porque nada les arredra cuando hay que firmar, estrechar manos y compartir risas, mantel y prebendas con algunos de aquellos que participaron directa o indirectamente en los asesinatos de militantes de la izquierda, cuando no, de sus propios militantes. Claro, que de esto no debemos hablar, porque ya se encargaron de hacer la ley de punto final y, la tan querida por ellos, transición democrática. Cambia algo para que todo siga igual, y si somos más a repartir entre neofranquistas y pesoistas pues a sangrar al pueblo que para eso esta.

2º El anterior presidente de esta comunidad Foral y Diferenciada convoco en tiempos una manifestación con el lema “Navarra no se vende”. Y así es, no se vende porque tiene dueño, U.P.N y el O.P.U.S. Y que consecuencia se sacó de aquello, que antes como  ahora, el partido de la derecha dijo, como ahora la señora Barcina, cuantas atrocidades se pueden decir de los socialistas. Reacción de estos, volverle a dar el gobierno de la comunidad. ¿Entonces porque nos rasgamos las vestiduras con sus decisiones si ya son conocidas? ¿Es acaso que nos gusta auto engañarnos? ¿Somos acaso masoquistas políticos?  Porque si es así y nos dejamos engañar, tenemos lo que nos merecemos, lo cual me parece justo. Por último decir, que en este envite, en el cual los socialistos han hecho de Navarra una cuestión de estado, tampoco han estado muy acertados. Rubalcaba y sus colegas han preferido sacrificar Navarra por no perjudicar los intereses de la señora Valenciano en las elecciones Europeas, al menos eso se nos ha trasmitido entre líneas. Pero no han tenido en cuentas que con esa decisión se les ha venido a bajo ese eslogan que dice, que hay que cambiar la constitución para hacer de España un estado federalista. Lo que no sé es, que clase de federalismo es ese del señor Rubalcaba y el P.S.O.E. en el que las decisiones se toman en la capital del reino al margen de lo que piensen las federaciones. Pero nada nos puede extrañar de estos señores pues son capaces de inventar el centralismofederalista como nueva concepción geopolítica del estado, que por algo dicen que Rubalcaba fue algo así como investigador. Aunque yo no sé cuándo pudo ejercer de tal, si se ha pasado la vida viviendo de la política.
En definitiva, que a la hora de votar hay más opciones que la derecha o los socialistos, pero ustedes son muy libres de hacerlo a quien quieran. Y piensen, que en ocasiones el voto, ese que llaman útil, es el que se les da a los más inútiles. Pero por favor, luego de votar  no se quejen, ni quieran crear frustraciones en aquellos a los que por la experiencia y los años ya sabían lo que iba a suceder.  Porque “Navarra es cuestión del estado”, o lo que es lo mismo, del estado de las cuentas corrientes de quienes nos manejan.
Para acabar decir, que las cosas cambiaran en esta nuestra tierra Navarra y por ende en el estado cuando nosotros cambiemos en nuestra forma de pensar y de actuar.
Y como decían Tip y Coll: Otro día hablaremos del gobierno.

      

2 comentarios:

  1. Es curioso. Hace unas horas he estado hablando con un par de amigos del tema de Yolanda Barcina. Siempre es bueno hablar y cambiar impresiones tanto con los amigos como con gente claramente definida por una siglas políticas. Todas ellas respetables.
    Pero, lamentándolo mucho, cuando haces tu propia reflexión sobre el tema, mi opinión es que realmente puedes hablar y puedes intercambiar ideas pero la pregunta es: ¿tiene efecto directo sobre la susodicha? No. Creo que no. Los únicos que tienen es su mano ese cambio es el conjunto de la ciudadanía cuando lleguen las elecciones. Y todos sabemos cómo está configurado el mapa político en nuestra comunidad.
    Viendo Tele-Navarra, un día de estos, apareció hablando Yolanda Barcina. Hablaba en clave político-electoral. Pero lo que me pareció repugnante, me dio rabia era la manera que había elegido para hacer ese discurso. Hablaba una persona que aparentaba ser honesta, que hablaba de corazón y con la razón, que su rictus no dejaba entrever un ápice de lo que realmente tiene que sentir una persona que como ella está imputada en varios procesos. Ya solo pensar lo que hizo en Caja de Navarra, con la connivencia del Presidente Miguel Sanz y el Miranda de turno, resultaba un insulto, una bofetada en la cara. Nos devolvía el tartazo que le dio aquel muchacho. Mi mano también estuvo allí.
    Y así seguiremos por los siglos de los siglos.
    Barcina tenía que haber desaparecido del mapa político navarro hace tiempo. Yo no llego a entender los resortes que quieren mantenerla a toda costa ahí. ¿Están todos o muchos de ellos manchados en su dignidad, y mejor no mover el castillo de naipes en que se ha convertido la administración Navarra?
    Barcina a estas alturas debería ser ya solo un sinónimo. Sinónimo de corrupción. Que la Real Academia de la Lengua que "limpia, brilla y da esplendor tome nota. Que sepa que los tiempos cambian.
    Porque yo a más de uno le diría no seas barcina.

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  2. Es curioso. Hace unas horas he estado hablando con un par de amigos del tema de Yolanda Barcina. Siempre es bueno hablar y cambiar impresiones tanto con los amigos como con gente claramente definida por una siglas políticas. Todas ellas respetables.
    Pero, lamentándolo mucho, cuando haces tu propia reflexión sobre el tema, mi opinión es que realmente puedes hablar y puedes intercambiar ideas pero la pregunta es: ¿tiene efecto directo sobre la susodicha? No. Creo que no. Los únicos que tienen es su mano ese cambio es el conjunto de la ciudadanía cuando lleguen las elecciones. Y todos sabemos cómo está configurado el mapa político en nuestra comunidad.
    Viendo Tele-Navarra, un día de estos, apareció hablando Yolanda Barcina. Hablaba en clave político-electoral. Pero lo que me pareció repugnante, me dio rabia era la manera que había elegido para hacer ese discurso. Hablaba una persona que aparentaba ser honesta, que hablaba de corazón y con la razón, que su rictus no dejaba entrever un ápice de lo que realmente tiene que sentir una persona que como ella está imputada en varios procesos. Ya solo pensar lo que hizo en Caja de Navarra, con la connivencia del Presidente Miguel Sanz y el Miranda de turno, resultaba un insulto, una bofetada en la cara. Nos devolvía el tartazo que le dio aquel muchacho. Mi mano también estuvo allí.
    Y así seguiremos por los siglos de los siglos.
    Barcina tenía que haber desaparecido del mapa político navarro hace tiempo. Yo no llego a entender los resortes que quieren mantenerla a toda costa ahí. ¿Están todos o muchos de ellos manchados en su dignidad, y mejor no mover el castillo de naipes en que se ha convertido la administración Navarra?
    Barcina a estas alturas debería ser ya solo un sinónimo. Sinónimo de corrupción. Que la Real Academia de la Lengua que "limpia, brilla y da esplendor tome nota. Que sepa que los tiempos cambian.
    Porque yo a más de uno le diría no seas barcina.

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