miércoles, 23 de noviembre de 2016

La muerte ni da ni quita respeto.

No suelo hacer comentarios de política muy a menudo, pero hoy creo que la situación creada por la repentina muerte de la señora Barbera lo merece.
Primero decir que, el hecho ha creado más revuelo del deseado, no por luctuoso, sino porque en estos días estaba siendo juzgada por sus corruptelas. No creo que sea la primera vez que un congresista muera en el trascurso de su actividad y nunca nos han mostrado el minuto de silencio, si lo ha habido, en el congreso. En esto también debe de haber muertos de primera y de segunda, o como digo anteriormente, ¿lo es por sus casos de corrupción por lo que crea más expectación? Yo no voy a negar el dolor que pueda suponer para aquellos que la querían, pero tampoco hubiese participado de esa hipócrita puesta en escena habida en el congreso. Creo que en este caso Podemos ha actuado como debía. No se han negado a ponerse en pie ante una figura que no merece respeto político alguno, simplemente han sido coherentes y se han ausentado. Creo que ellos habrán valorado la que se les venía encima. Todos sabemos que a falta de otras cosas la caverna mediática de este país, se iba a lanzar con hachas y puñales para intentar descalificar a Podemos. Nadie duda que toda muerte es una desgracia, pero de ahí a querer hacer de ello un tema político de primer orden va un abismo y menos si es de una persona que con sus decisiones ha hecho mucho mal político a este país. El respeto no se da porque uno se muera o no, el respeto se lo gana uno día a día y hay personas que ni muertas merecen respeto. A no tardar, ya veremos el respeto que tienen sus propios conmilitones en los casos abiertos y podremos ver si el respeto que dicen tenerle no lo usan para cargar contra ella todos los casos de corrupción. Ya se sabe, al muerto tierra y todas las miserias de corrupción que han acompañado su carrera política, que no se puede defender. En definitiva, mucho hipócrita y mucho postureo para intentar lavar una figura sumida en la corrupción que ha asolado este país. Veréis como no faltaran personas que hasta hace unos días se alejaban de ella cuando la veían, porque no querían verse salpicados por su amistad, salen a intentar hacer de ella un modelo, una santa, una gran persona. Como dice el dicho; lobo no come lobo. Pero que quede claro que, nadie es bueno o merece respeto por su muerte.

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