domingo, 26 de febrero de 2012

ESCÁNDALOS
En demasiadas ocasiones no sabe uno a que atenerse, pareciera como que no aprendemos ni recordamos las cosas para poder escandalizarnos una y otra vez. Lo digo por el caso Urdangarin, pero lo podía decir de otros muchos Ejp; Hay quien se asombra de que se hable del carácter rijoso del rey, cuando todos deberíamos  saber de las propensiones de los Borbones a este comportamiento. Otros, claman al cielo por que fue la designación de un dictador para ocupar su puesto en el engranaje de la nación y olvidan la sintonia de sus antecesores con otros dictadores. Ahora se vuelve hablar de que el juicio al Duque de Palma, como si nos fuese la vida en ello, ocupando horas de T.V. y paginas de periódicos cuando todos deberíamos saber que será algo anecdotico en su currículo y que saldrá de rositas. Y olvidamos al señor X de los GAL. Y más cercanamente otros casos. Pues que no se preocupe nadie, que ya encontraran la manera de que alguien simule cargar con la mochila del pecado en la que llevara la penitencia bien remunerada. También se dice que la justicia no es igual para todos, sin pensar que no es nada que no sepamos. Se pide que se devuelva el dinero robado y se olvida que han sido muchos los que nunca han devuelto nada ejp; Mario Conde, Ruiz Mateo, Roldan, por enumerar unos pocos cercanos en el tiempo. Pero con todo ser estos problemas graves, el mayor problema es la falta de memoria que parece acompañarnos a todos. A no pasar mucho tiempo, de nuevo volveremos a votar a aquellos que nos defraudan y roban. En un ejercicio de masoquismo nacional, es nuestra ancestral manera de desear algo con lo que chafardear durante un tiempo, en nuestro caso durante siglos. Aquí nunca ha habido una revolución y siempre nos hemos conformado con la critica de vecindario. Así que, no es nada nuevo la indignación y alarma social ante cualquier caso judicial, pero que nunca llega más allá de eso, el chafardeo y a que político de turno cambie leyes siempre para restringir libertades. Creo que ahora alguno podrá comprender la afición a programas basura y de destripe del vecino. Y todo eso no es por casualidad, sino por las enseñanzas recibidas durante años que nos han dicho que ir más allá de la critica es la provocación de un golpe de estado, cuando no, una guerra. Es el antiguo dilema de las dos Españas bien amasado por los poder en la sombra.    

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