sábado, 3 de marzo de 2012


Voluntarios
Cuando era chaval solía oír a los mayores la frase; voluntario ni para comer. Pienso que no era por que fuesen insolidarios o no tuviesen hambre en algunos casos. Más bien creo lo decían por algún sucedido en la guerra tan recientemente pasada. Pues bien, la palabra y sus connotaciones vuelven a estar de moda. Es lo que tiene la dercha. Decía la Espe de Madrid,  que había que echar mano de voluntarios para ciertos servicios. No paso un día en que la pusieron en su sitio, pero aquí parece que eso con nosotros no va. No tengo nada en contra de los amigos del camino de Santiago, es más, creo lo hacen de una forma tan noble como no meditada. Sí, ya sé que de otra manera quizás el museo Gustavo de Maeztu tuviese que cerrar algunas horas o días. Pero de la misma manera no hacen sino enmascarar las carecías de cultura y mala gestión del Ayuntamiento. Porque puestos a ser bien intencionados, nos podemos pedir voluntarios para la biblioteca o el colegio, o porque no, poner unas huchas de cuestación para pagar servicios que de los cuales es el poder municipal el responsable de proveer. Es lo que tiene el creer que los derechos son caridad. Porque algunos siempre han pensado que la educación gratuita o publica es para los pobres, la sanidad, algo parecido al hospital de menesterosos. Porque si no, díganme ustedes para que pagamos los impuestos. Porque no creo sea para pagar los sueldos y dietas del político de turno. De los servicios públicos se debe hacer cargo el poder publico que para eso cada uno aporta lo que le corresponde y no enmascarar malas gestiones con buenas voluntades mal entendida. De esta manera se haría publico y notorio lo mal que se gestiona y lo poco que exigimos para la cantidad, cada vez más, de impuestos que pagamos. Y luego nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que por eso hay crisis, pero será alguno, porque otros, nunca hemos podido derrochar como se nos quiere hacer creer.

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